Casi rompí a llorar en la cinta en el gimnasio. Dos mujeres, arañando el uno al otro, tirando de los pelos--en la televisión nacional. Recuerdo la sensación de excursión solo como la adúltera avergonzada.
Mi corazón quebrantó por estas mujeres, creyendo que cada uno actuaba en una profunda herida, no una desviación deliberada. Palabras odiosas rezumaba de su boca como pus de heridas infectadas: heridos corazones necesitados de sanación, no la risa de la hiena-como de la audiencia en apariencia.
Allí estaban: confesando su adulterio en la televisión--como entretenimiento a sus expensas. Eso no es la manera que yo recomendaría resolver un asunto. De hecho, a día de hoy no he enfrentado la esposa del hombre con quien estuve involucrado durante seis meses.
No puedo aconsejarle sobre cómo manejar su situación, pero lo que puedo decir de mi experiencia por qué no confesar a ella que hice trampa:
Yo sabía que era más que bien para mi beneficio. Sabía que el motivo de mi corazón, si entonces había enfrentó a ella. Y ese motivo habría sido un egoísta: que ella me perdone así podía sentir menos una mala persona. Habría quería poner su dolor a un lado para poder tener paz.
No sabía cuánto sabía. Mis confesiones son míos, y aunque sé que hubo puntos que ella sospechaba algo, no es cierto que ella sabía que era una aventura. Una aventura que ni siquiera había alcanzado el punto de él pensando en dejarla.
No depende de mí, a mi juicio humano, para decidir cuando pensé que necesitaba saber. O decidir que era hora de hacerle confesar, confesando su implicación conmigo. En cambio, terminé con el asunto. Hoy en día, creo que es la mejor forma de pedir disculpas. Por supuesto en la palabra, si se presenta la oportunidad en el momento oportuno, pero sobre todo en la escritura.
Para acabar con el asunto es que finalmente prescindir de su egoísmo.
La mejor disculpa es darle la mejor oportunidad para la reconciliación, cuando la verdad sale por fin. Y para que tenga la mejor oportunidad, es para que usted consiga fuera del camino. Para enviar a su papel sagrado--si estás de acuerdo con que sea el que está en ese papel o no.
No puedes controlarlos: no puedes controlar si te engaña otra vez (con alguien nuevo, que es posible, sin arrepentimiento y ayuda). No puedes controlar si ella lo perdona y permanecen juntos después de todo. Incluso no es su responsabilidad asegurarse de que terminan bien.
Pero es su responsabilidad para hacer lo mejor. Sé que probablemente hay veces cuando sientes ser adúltera está en su peor momento, pero usted tiene la oportunidad para hacer lo mejor. Lo mejor para ellos que también es el mejor para usted.